Echoes down my track

Sinceramente, no tengo ni idea. Mira hay tanto que no sabemos que me parece increíblemente divertido llegar a una calle cortada guiándose por cómo ir a renfe. Y yo que sé, hay tantas cosas que a veces siento que no sé como expresarlo, que se me pone la piel de gallina y se me acelera el pulso. Es cuando me doy cuenta de lo que tengo, de lo que hay por todas partes. A veces también se me saltan las lágrimas. Y entonces parece que algo va a estallar dentro de mí, pero no sabe como salir. Lo mejor que he podido hacer siempre en esos casos es reírme. Porque la risa es una explosión de alegría pura. Sobre todo la que no te deja para de reír. Pura sinceridad. A mí eso me gusta, me relaja, y deja que el nudo de la garganta y el cosquilleo en el estómago desaparezcan. La risa como medio de expresión. Y moverse! ¿No os gusta correr a través del campo, si parar, tan rápido que todo se ve borroso? Saber que puedes hacer lo que te apetezca, salir corriendo por la puerta y correr en línea recta, parándote delante de talleres cerrados soñando con alquilarlos y remodelarlos. Tener siempre tantas posibilidades que no te puedes ni imaginar lo que viene a continuación. Joder, siempre tan excitante. Y cuando digo lo de escaparnos por la noche, lo digo totalmente en serio. Oh dios este verano, con el tiempo que vamos a tener, va a ser sencillamente alucinante. Mejor que la crema pastelera, mejor que tirarte al agua, mejor que cualquier cosa. Porque aviso, este va a ser nuestro verano. Time for fun. Y por primera vez en bastante tiempo siento por fin que todo vale la pena. Vale tanto la pena que me muero por vivir. Me alegra pensar que estamos en la primera etapa de la vida, en la que la muerte es solo un sentimiento muy lejano.