I don't mean a thing

Quiero hacer un recapitulatorio de mis pensamientos. Mi memoria, a grandes luces escasa, no me lo permite. Pero estos son pensamientos que han pasado por mi cabeza hoy. No se sabe en que orden, ni a que hora ni porque. 

Son curiosos los COLORES. El como se mezclan. O como se espantan. ¿Os habéis fijado en como se pueden repeler dos azules? El azul del cielo y el azul de las cortinas. El uno esconde al otro. Se llevan tan mal que  el uno espanta al otro. No pueden ni verse. A mí me gusta el azul cielo. El naranja cielo y el rojo cielo. Y el verde del musgo del suelo. Y sin embargo me lo tapaba el azul tan asqueroso de las cortinas. 

Me he frustrado por no poder levantarme de una maldita silla. Había alguien delante de mí hablándome de la libertad. Me hablaba de la libertad tan monótonamente que me dormía. Era tan ajena a la libertad… Tanto como yo por no poder levantarme de la silla. 

Cerraba los ojos y me imaginaba levantándome de golpe, haciendo caso omiso de las caras de sorpresa de los demás, cogiendo tizas de todos los colores y llenando la pizarra de garabatos sin sentido. Después iba hacia las ventanas y abría las cortinas. Y era entonces cuando me ponía a cantar a voz en grito y salía por los pasillos gritando. Pero abrí los ojos. Y la pizarra seguía llena de aburridas conjugaciones, y las cortinas corridas, y nadie cantaba en el pasillo.

Se me ocurrió preguntarme cuánta gente estaría comiendo tortitas en ese momento. No venía a cuento. Pero me apetecían unas tortitas

Me pregunté por un momento cómo sería ser un gato. Poder subirme a sitios que ahora ni sueño con pisar. No tener nunca miedo de caerme. Ser independiente. Digamos que me gustó la idea.

PD: No tenía intención de coleccionas tazos.