Nuestros tímpanos retumbaban al son de la música, mientras que los latidos de nuestro corazón iban al ritmo de la canción

Soñamos con el más. Siempre más. Con ser el pensamiento de los demás. Con ser líderes de nuestra generación. Mentes de la revolución. Dueños de la noche. Besos en la oscuridad. Soñamos que soñamos, e incluso a veces que no soñamos. A veces nos preguntamos de qué nos sirve, pero.. qué más da? ESTAMOS SOÑANDO! Y así vamos, detrás de unos, delante de otros. A veces somos códigos de barras, de esos muy largos. Nos gusta la pasta con tomate. Nos gusta pasar el rato hablando. Nos gustan las luces desenfocadas. Los pupurís de música. Sí, señores, nos gustan las comedias, las tragedias y las tragicomedias. En realidad estamos desesperados por encontrar cualquier variante, algo que añadir. Un par de risas por la mañana, viendo amanecer. Puede parecer irreal, pero se siente. Se nota. Incluso se escucha. -¿El qué? -Nuestros gritos. Nos pasamos la vida gritando, viendo como el resto de las cosas pasan a cámara lenta a nuestro alrededor. Luchamos por salir de esa velocidad lenta que tanto nos aburre. -¿Por qué? -No tengo ni idea. Nos aburrirá la normalidad, supongo. La monotonía, la repetición. Preferimos el eco, que lo devuelve todo a su manera, que deforma. Los espejos cóncavos. Las luces de neón. El ojo de pez. Las noches de cielo morado//naranja//azul. Las lunas con forma de uña//sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas. Hablando de maravillas, necesito una cámara.

Y no es que a veces nos perdamos, es que a veces nos encontramos. Las referencias no existen, pura imaginación. ¿De qué nos sirve dormir? Podemos secarnos al lado del teléfono esperando una llamada. Algo que lo cambie todo. Que nos descoloque. Que lo destroce todo. Que le ponga fin a nuestros ridículos planes. Que, así sin menos, nos rompa los esquemas.

 

No nos puede captar una cámara sin que nos estemos moviendo.

PD: Me encanta cuando dice SPIDERS