lunes, 9 de abril de 2012

Goodmorning

Supongo que es un poco triste que para dejar de quejarme tenga que ver cómo mi amiga Lucía se queja. Ella que siempre tiene vida en el cuerpo y sueños en la cabeza. Y entonces me doy cuenta de que algo anda muy pero que muy mal en nuestras mentes. Y algo empieza a despertar. El "basta ya" de Clara. Que está todo delante de nuestras narices, que el mundo es algo enorme y (menos mal) aún por descubrir. Que las mañanas no son nada comparadas con las tardes, ni éstas con las noches, ni éstas con las mañanas. Me gusta que siempre puedas decir: "mañana mejor". Me gusta que siempre haya sitio para la obsesión, porque la obsesión es el sentimiento más libre que tendremos nunca. Una obsesión es seguir ciegamente una idea puramente nuestra. Puede ser una idea más que absurda, pero eso ya se descubre más tarde.

Y ahora estoy en medio de un camino muy pero que muy oscuro, y desde hace un tiempo estoy perdida, pero supongo que se puede vivir un rato a ciegas sin que pase nada. Quiero dejar de rebozarme en mis propios deshechos y dejar de lamentarme de lo perdida que voy.

Quiero dejar claras algunas cosas:
Me gusta mucho la música, pero necesito canciones nuevas.
Tengo muchas ideas para el verano, pero no tengo ni idea de cómo decidirme.
Tengo que dejar de rallarme por sueños imposibles.
Voy a seguir llevando sudaderas y camisetas anchas.
En cuanto tenga el carnet me voy a Portugal.
Buenas tardes, buenas noches, buenos días

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