jueves, 26 de julio de 2012

As the days keep turning into nights

Entonces, cuando la luz empezó a filtrarse por las rendijas de las persianas, cuando el cuerpo frío encontró el calor de las sábanas, cuando la música no era más que un lejano eco, pensé que no estaba nada mal todo esto. Ya sabes, lo de cantar hasta tener la voz ronca, lo de ver Bruselas entera al revés, lo de los encuentros, los ligoteos con cerveza, las discotecas demasiado caras, y las demasiado baratas. Lo de dormir de día. Lo de tomar el sol en vez de desayunar, lo de que te salgan palabras en francés, lo de intentar planear un viaje implaneable. Lo de los problemas de water. Lo de mi fantástico saco de dormir.
Nada mal, nada mal...

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