jueves, 25 de noviembre de 2010

Tonight I saw her again



Existe siempre y para todo un primer reto, convertir ideas en palabras. Es la primera etapa, llegar a formular, a plasmar sobre el papel. Hacer que tus ideas se conozcan, y hacerlas de ese modo reales. Esta primera etapa muy poca gente la cumple, y mucha menos la cumple "satisfactoriamente", es decir que consigue expresar de un modo comprensible sus ideas. Es por eso por lo que existen tan pocos buenos autores, recordados por siempre. Además de conseguir plasmar sus ideas, lo hacen comprensiblemente, pero además lo hacen de forma bonita, a veces escondida entre palabras que no dicen más que lo que no quieren decir.

La segunda etapa, mucho más difícil, es poner en práctica las ideas plasmadas con anterioridad. Grandes actores dejaron plasmada la intención de sus acciones antes de realizarlas, como Hitler. Otros actores deciden saltarse la primera etapa, y plagiársela a algún escritor, rezando porque eso no impida darse la imagen de creador de ideas. Así pues, la realización de estas dos etapas convierten una idea, que en principio no es más que un fugaz pensamiento, en un recuerdo, en una ideología o en historia.

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