Tengo un puente por delante
tengo dos dedos de frente y tengo tres bultos que cargar
tengo cuatro días por delante, cinco amigas con las que estar y seis razones para estar feliz
tengo siete prendas encima y ocho son las que quiere que lleve mi madre puestas
tengo nueve minutos para salir, y diez son los que llegaré tarde
pero como dice Lucía, la vida no está para clasificarla con números
así que lo único que importa es que me voy con vosotras a Berlanga
a aislarme unos días
y a contar cosas (pero esta vez no hablo de números, sino de contar de "raconter").
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